martes, abril 26, 2005

Divagaciones de una Fulana: saludos irredentos

A veces me pongo a pensar en la importancia que tiene la fecha en que naces. Yo no sé gran cosa de numerología, pero tampoco me resisto a creer que los destinos pudieran entrelazarse por los cálculos matemáticos que rige el movimiento del Universo.

En mi vida existe un MaGu del mes de febrero, que vio la luz por primera vez en esta forma de existencia, en un glorioso día patrio de un año con numero doblemente cabalístico (77, ¡ya sabés como somos los supersticiosos, pero además me encantá ser así, y me encanta la idea de tener un noviecillo que haya nacido en un año con fecha cabalítistica!)

En fin, Mi cumpleaños, bueno, aunque en las últimas fechas no es muy celebrado por mi que digamos (bueno, ¡y cuándo lo ha sido?), tiene unas combinaciones hermosamente cabalísticas: 3 y múltiplos de 3 por doquiera que lo mirés... 18041976, ¡hermoso!!!

¿Alguna vez he comentado que me agrada demasiado el haber nacido en Abril?
Pues sí, así es. Además de que es primavera, pasan grandes cosas en Abril.

Bueno, hasta el Paez ya le hizo su canción... Una de mis favoritas por cierto: Bello Abril.

Últimamente he estado muy ocupada, ¡Bastante sabes! Pero pienso que siempre hay que darse sus escapes, sus fugas, sus autosecuestros para saludar a quién se quiere, es parte de ser y estar con vida...

Me escapo y mis manos las posesiona La María Cristina o La Fulana, cualquiera de ellas que requiera ser revivida en ese momento, para delinear unas letras, para encontrarme y desencontarme cibernéticamente con mis contactos reales y con los que están ahí, en ese loco y delirante mucho del ciberespacio.

En fin...

Por el momento me despido, porque supongo que hay otros asuntos que atender.

Atte: La Fulana De Tal