viernes, abril 22, 2005

Espasmo de una ausencia no prevista....

Realmente fue una sorpresa navegar por el ciberespacio y encontrar la fatídica página que me contaba de un joven treintañero que había muerto repentinamente por un aneurisma cerebral... Mayor fue mi sorpresa al leer la información. La sonrisa en el rostro se congelo: No lo sabía...! No lo imaginaba! No lo hubiera querido!
Lo conocí. Era él. ¡Qué puedo decir! El silencio se ha apoderado de mí, no así el remolino de pensamientos, de sensaciones que hay en mi interior. Esos no dejan de ir y venir, una y otra vez. Por ahora, en el fondo deseo, espero que no sea cierto; sin embargo así es... Ahora recuerdo ese lugar del Centro Histórico... Recuerdo esa puerta con un enorme moño negro... Recuerdo. Sentí un escalofrío al ver ese símbolo. Sin embargo todo es entre brumas... porque no sé si lo he soñado o si realmente lo viví..
Sí, yo estuve ahí... hace pocos días, deambulando sin rumbo por esas calles que eran de él y tenían sus charlas... Ni siquiera me proponía pasar por ahí. La cita estaba dada: la cita entre mis pasos errabundos y su recuerdo... ¿En qué momento o cómo fui a dar ahí? No lo recuerdo, ¡pero qué importa si el destino nos había reunido nuevamente! Sólo que esa reunión fue entre mi mente que lo recordó y su esencia, porque él ya no estaba dentro y no estará más... En ese momento no me di cuenta de que era el último contacto físico con sus andares y su vida. El destino nos conduce de manera azarosamente premeditada a encontrar noticias que nos dejan en shock... Estoy en shock! No lo puedo asimilar! Nahuatzen, es de las personas que siempre dejan huella por donde andan, por mínimo que sea el contacto... Es un ser muy especial... Fue mi compañero de algunos cursos. Sin proponérselo y sin que yo me diera cuenta, me influenció en varios aspectos y me dejó marca... una marca muy profunda y hasta ahora es que me doy cuenta: por sus ideas, por su actitud ante la vida, por sus gustos que a veces generaban polémica y enfado en mi interior, como aquellos que eran totalmente compartidos. Pisamos el mismo suelo en el tiempo en Casa del Lago, en la Ciudad de México, hace ya tres años, escuchando y dialogando con el Maestro Coria. Nahuatzen siempre aportaba cosas muy importantes y muy interesantes a las clases... Transmitía la pasión por el cine, por la historia... por expresar todo lo que llevaba en la entraña, y efectivamente, tenía un gran cúmulo de información en su mente... Y se regocijaba de tener la cita y el dato exacto y tener la retórica para incluirlo... Tuve la fortuna y la experiencia de tratarlo fuera de clase en diversas ocasiones, y me encantaba leer la redacción de sus mensajes enviados vía correo electrónico, tenía mucho vocabulario y sabía como explotar la riqueza del lenguaje sin dejar de ser muy coloquial. Siempre fue muy generoso y muy interesante charlar con él... ¡Aunque también era un riesgo! Parecía que cada paso que daba en un día, estaba destinado a nutrir sus intereses y sus pasiones. Muy complejo, muy humano, muy inquieto... una mente ágil... difícil de definir... Difícil de olvidar... El chavo cotidiano y a la vez profundo. Combinación de sencillez con aires de grandeza. Hace un año que lo vi por última vez. Parece mentira, pero siempre me quedé con la espinita de volver a contactarlo... Ya no será posible... Y creo que eso es lo que más duele... Me cuesta trabajo y duele digerir esta noticia. Duele bastante. En cierta forma se tejen vínculos entre las personas que uno conoce y llega a querer. He recordardo muchas cosas. He pensado en otras tantas. No he dejado de pensar en ello y de evocar... Por ello escribo esta página como una forma de catarsis. Sí, ya sé que ¡así es la vida! ... Y mientras haya vida, pues hay que atreverse a vivirla, con todas las implicaciones y con todas las posibilidades que esto conlleva.. Eso es lo que me deja Nahuatzen... siempre echado pa'lante. ¡Qué pequeño es el mundo! ¡Qué fugaz es la vida! En el fondo cuesta creerlo. Tenía la esperanza de que se tratara de otra persona. Más bien, tenía la esperanza de que él siguiera en esta forma de existencia... ahora, a asimilarlo.
En este par de noches que no he podido dormir evocándolo, pienso que personas como él aunque se van pronto, tienen la suerte de ser eternas en aquellos a los que nos dejan huellas y rastros de su paso por la vida. Así era el joven Nahuatzen ...
LA MARÍA CRISTINA